"El Canicross es la actividad en que compartes tu deporte favorito con el único ser vivo que te acompañaría al fin del mundo sin quejarse" (Anónimo)

4 de abril de 2014

El Perro de Agua matutero



Son muchos los oficios realizados por nuestro perro de agua español al servicio del hombre. Multitud de  historias y anécdotas que conocemos como perro pastor o marinero entre otras. Pero hubo otro trabajo oculto entre sombras, desconocido por muchos en la bahía de Algeciras a finales del siglo XIX y principio del siglo XX.

El turco andaluz desempeñó arriesgadas aventuras en el que sólo los mejores perros conseguían el objetivo, el resto terminaban abandonados, ahogados o muertos de un balazo por parte de los carabineros. Historias del contrabando que todavía perdura en el recuerdo de generaciones de algunos contrabandistas del Campo de Gibraltar.



Al finalizar la tarde entraban en Gibraltar españoles rodeado de perros levantando más de una sospecha. No hacían nada ilegal en ese momento y podían entrar sin problemas. En los alrededores del puerto de Gibraltar, diariamente habían personas encargadas envolver el tabaco en enjalmas que por medio de cuerdas van sujetas fuertemente al cuerpo del animal matutero.



Cuando entraba la noche, preferiblemente cerradas de lluvia o niebla, los perros eran embarcados en botes y conducidos silenciosamente cerca de la orilla de las playas de la Linea de la Concepción. En ese momento se produce el desembarco y los perros son lanzados al agua a turnos. Sólo los mejores pisaran tierra firme, cruzarán la playa sigilosamente y entrarán en los refugios rápidamente donde les esperan sus amos, encargados de recoger la mercancía.  Muchas veces hay un fiero cazador que les espera con las escopetas bien cargadas. ¡Pobre del perro que de noche se aventura por parajes sospechosos en aquellas playas!, decían los carabineros. Los carabineros disponían de unos palos con garfios que los clavaban en la carga de los perros mientras nadaban y los atraían a la orilla. Le pegaba un tiro al perro y le quitaba la carga. Si conseguían pasar la primera línea de defensa, les esperaban los perros de los carabineros. Son perros rápidos con la ventaja de no llevar el lastre de la enjalma, entrenados para lanzarse sobre la carga y retener al animar
 
Los llamados perreros eran los encargados de robar los futuros matuteros. Recorrían los alrededores del campo de Gibraltar, Jerez y la sierra de Cádiz en busca de buenos perros en el campo por los cortijos, Una de las razas apreciadas para el matuteo era el perro turco. Una de sus virtudes es la extraordinaria capacidad para la natación, inteligente y desconfiado por naturaleza. El color negro era el más demandado.
Cuando conseguían un buen grupo de perros, eran llevados a los corrales de la Línea de la Concepción, donde comenzaban su forzado adiestramiento. Contrabandistas reconvertidos en guías caninos en una época en el que adiestramientos en positivo y etologías brillaban por su ausencia .


En primer lugar comprobaban si el perro era capaz de nadar sin hacer ruido con la enjalma. Si chapoteaba lo declaraban inservible.
Posteriormente enseñaban a los perros a esconderse y agazaparse. Había hombres que se vestían de uniforme verdoso imitando al de los carabineros. Llamaban a los perros y si acudian o se dejaban coger los capturaban y les pegaban tal paliza que los pobres animales llegaban aullando del dolor a casa en busca de sus amos y estos les consolaban y les quitaban el fajin . A  la segunda o tercera paliza el perro se escondía cuando viese algún tipo vestido de uniforme y permanecían inmóviles y agazapados. Así les enseñaban a permanecer con vida y a marcharse velozmente a casa de sus amos sin perder el tabaco.

En los primeros desembarcos los perros nóveles nunca llevan la carga. Son los matuteros veteranos los encargados de llevar la mercancía y de guiarlos por el camino correcto. Había perros guias que eran unos maestros con grandes dotes para enseñar a los novatos y eran muy apreciados entre los contrabandistas y mercadeaban con ellos.


El desembarco llegó a ser tan grande que la Compañía Arrendataria de Tabaco consiguió autorización para tender una valla de tela de alambre de costa a costa para que no pudiesen cruzar los perros. Fue entonces cuando el contrabando pasó a hacerlo los animales a pie y el perro de agua perdió protagonismo en favor de otras razas más grandes y corpulentas como el mastín, que podía transportar mas kilos de tabaco.



  • Referencias y fotografías: Los Lunes del Imparcial,  La Linea en Blanco y negro.
                      

 

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